Fotografío para recordar puede entenderse como un proyecto que trata de frenar este inevitable deterioro. No es un documental puro ni es, como lo sugiere su título, un proyecto que haga de la foto un auxiliar de la memoria. Es más bien un proyecto narrativo construido con la ayuda de la fotografía que se coloca al nivel de la parábola para poder recuperar y dar vida a una serie de viejas instantáneas, que como casi todas las fotos, perdían poco a poco su identidad y su relación con el mundo al estar arrumbadas en álbumes y cajas.
En Fotografío para recordar, las fotos siguen la secuencia temporal de las enfermedades de los padres de Pedro y la lógica de la narrativa. Después de que las primeras doce instantáneas preparan la historia, las fotos se suceden mostrando momentos de profunda emoción, pérdida, sufrimiento, dolor y muerte.
En las primeras etapas de las respectivas enfermedades de sus padres, las instantáneas parecen inocentes fotos de familia, que registran fielmente el calor familiar, la melancolía y el miedo a la enfermedad. Pero conforme el ensayo avanza y se agudizan las enfermedades de sus padres, Pedro genera composiciones más precisas y severas que yuxtaponen elementos espaciales, correspondencias e interacciones humanas. En éstas imágenes, tal como la primera vez que vemos cómo se le administra el medicamento a su padre (17:51), el acercamiento a las manos de su madre (21:20), su preparación para cirugía cerebral (22:22) y su padre en un cuarto a oscuras con un enfermero vestido de blanco en el fondo (27:35), Pedro utiliza todo el potencial del blanco y negro para acentuar la emoción de la desventura e introducir metáforas de la angustia y el consuelo. En estas imágenes, la tensión entre las blancas vestiduras del hospital y la oscuridad que acecha todo el tiempo, nos lleva al umbral entre la vitalidad y la mortalidad. Finalmente, en las fotografías de los padres envueltos en la blanca mortaja de la muerte (26:19 y 28:57), la discreta iluminación transforma los cuerpos en íconos que nos enfrentan insistente y elegantemente al misterio y terror de la muerte.
Conclusión
Me llego demasiado este documental me envolvía con la vida de sus padres y esperando lo que nadie quería que sucediera. me encanto el apoyo de sus padres, es algo que en lo personal me siento muy identificado por que a mi me pasa lo mismo en mi casa. Realmente si sentí el nudo en la garganta al poder imaginar que eso algún día llegara en mi vida cuando mis padres estén el mismo estado por que estoy consiente que no son para siempre aunque no quisiera realmente pensar en eso pero es algo que algún dia tendré que afrontar. Es muy admirable lo que hace Pedro Meyer y que valiente es de abrirnos su corazón al publico.
http://www.pedromeyer.com/galleries/i-photograph/acota.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario